Ciencia, Tecnología y Startups

El libro que describe como se crea la tecnología

Escrito por Pere Condom-Vilà

El autor ha trabajado más de cuarto de siglo en el mundo de la transferencia de tecnología y la creación de empresas tecnológicas.
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El libro expone el método, la sistemática de creación de tecnología que la humanidad ha desarrollado, sustentada en tres pilares: Ciencia, empresa y startups. Hoy tenemos un potente entramado productor de conocimiento y tecnología, una gran máquina. Unas pocas cifras muestran esa dimensión: Son millones las personas dedicadas a crear Ciencia y Tecnología. En el mundo hay hoy más de 28.000 universidades y 2.500 hospitales investigadores. La humanidad dedica cada año más de un millón de millones a la I+D. Cada año se publican 1,5 millones de artículos científicos y la oficina de patentes americana registra anualmente 400.000 patentes. Son cifras enormes. El entramado que la humanidad ha articulado en los últimos 200 años para producir Ciencia y Tecnología es una bestia enorme, formidable.

Además, el crecimiento se acelera. No es que en estos 200 años todo haya ido a un ritmo pausado y constante. En absoluto. Se ha acelerado en los tiempos recientes. Por ejemplo, a mitad del siglo XX se leían cada año 15.000 tesis doctorales. En 2010, esta cifra fue de 160.000. Las patentes también se han multiplicado por 10 en el mismo periodo. Se dice que de todos los científicos que han existido a lo largo de la historia, hoy siguen vivos más del 80%. Por tanto, lo que hasta ahora hemos visto de resultados científicos y técnicos (que es mucho), en el futuro no será más que un pequeña punta de un iceberg.

Y ese entramado está globalmente conectado. A través de Internet, por supuesto, pero también de otras formas. Así, todas las entidades productoras de Ciencia y Tecnología operan bajo las mismas reglas y sistemáticas, de manera conjunta, casi sincronizada. Los grupos de investigación de las universidades conocen mejor a sus colegas del ámbito que no a sus vecinos de facultad, los cuales pueden tener el despacho en el mismo pasillo. Hay departamentos de I+D de empresas en cualquier lugar del mundo. Las empresas que se crean desde la Ciencia reciben inversión que puede provenir de cualquier parte del planeta. El talento se mueve libremente por el mundo. Los nómadas digitales son la expresión máxima de esta movilidad. Los rankings que miden las universidades incluyen a instituciones de todo el planeta. Las mismas universidades crean asociaciones globales. También los parques científicos y las oficinas de transferencia de tecnología. Hay grandes proyectos internacionales en los cuales participan cientos de universidades y centros de investigación de todo el mundo, que generan una estrecha relación y colaboración. El acelerador de partículas del CERN es un ejemplo. Cada día más universidades tienen campus en diferentes países. Así, Technion de Israel está en Nueva York y China. Georgia Tech tiene una sede en Francia, encontramos a Cornell en Doha, Oxford University Innovation tiene oficina en China, etc. 

Existe una gran conexión global en la producción de ciencia y tecnología. La producción científica y tecnológica es ahora universal, uniforme en sus estándares, objetivos y comportamiento. El mundo está cubierto por polos locales conectados a nivel mundial a través de una gran red de relaciones. Es una conexión profunda, que crea una conciencia planetaria común.

El libro describe todo esto y se pregunta también qué es la tecnología. Y la respuesta es que las tecnologías son como las personas: Nacen, crecen, maduran y llegan a la vejez y mueren. El ciclo de vida de cada tecnología evoluciona en tres 3 estadios: En el primero, cuesta mejorar las prestaciones de la tecnología, a pesar del tiempo y de los recursos que se dedican a ello. En cambio, el segundo estadio supone un aumento rápido del desarrollo de las capacidades de esa tecnología. Finalmente, el tercero es el del final de la vida de la tecnología. Está totalmente exprimida, no puede dar más de sí. Se acerca su muerte. 

Ese ciclo de vida se dibuja con cientos o miles de puntos. Cada uno de ellos representa a una empresa con su producto, que intenta ser mejor que lo que había hasta ese momento. Y, cada punto representa también la vida y la energía de multitud de personas. La sociedad humana avanza en sus soluciones de manera muy laboriosa, añadiendo puntos y más puntos en la construcción de curvas vitales de las tecnologías. Y cuando el colectivo de científicos y empresarios se da cuenta de que, a pesar de los esfuerzos y de las grandes inversiones, los intentos de mejora no generan resultados en las prestaciones, entonces, inevitablemente aparece una nueva y mejor tecnología, cuya curva se sitúa por encima de la anterior. Y el ciclo vuelve a empezar.

La suma de estos ciclos de vida forma pues una cadena. Es la respuesta, cada vez mayor y mejor respuesta, en forma de mejores prestaciones, en la necesidad humana correspondiente. Esta poderosa idea explica la evolución exponencial de la tecnología. 

Pero hablemos ahora de las personas. ¿Qué tipo de personas están detrás de la creación de tecnología? Son personas inquietas, creativas, generosas, con voluntad de impacto. Son gente ávida de creación y de solución. Los inventores, científicos, emprendedores y empresarios que crean tecnología no lo hacen por dinero. Estas personas pretenden mejorar la vida del resto, de todos nosotros. Contribuyen desarrollar las funcionalidades de las personas, a satisfacer sus necesidades, a resolver sus problemas. Y esas necesidades no tienen fin. Siempre aparecerán nuevos problemas. Siempre tendremos, eternamente, posibilidades de construir soluciones, de resolver retos. Expresado de otro modo: nunca faltará el trabajo.

La curiosidad es una característica relevante de las personas que hacen Ciencia y Tecnología. Esto es especialmente acentuado en el mundo de la Ciencia pública. Remarco tres características esenciales de ese sistema de investigación de funcionamiento público o abierto: 

1) El Conocimiento que genera es un bien público. Está establecido desde hace décadas que el conocimiento que la investigación financiada públicamente genera es de dominio colectivo. Por ello tenemos las publicaciones científicas, las cuales además agilizan la difusión del conocimiento. Esta premisa define un modelo de sociedad. Y ha sido aceptado por todos los países, ya sean de perfil más liberal o social y sean sus universidades y centros de investigación públicos o privados. Es un posicionamiento universal.

2) La segunda característica de ese sistema es la curiosidad. En 1999 pasé un breve periodo en la Michigan State University, trabajando en su oficina de transferencia de tecnología. En aquella Universidad (de mentalidad y finalidad muy prácticas), en los años 1960 y 1970, se produjo un hecho que mucha gente diría que fue un milagro. Un investigador, el químico Barnett Rosenberg, tenía curiosidad por saber cómo se comportaban los microorganismos cuando se les aplica un campo eléctrico. El momento maravilloso para la humanidad se produjo en algún momento de 1962, cuando Rosenberg puso una suspensión de la bacteria Escherichia coli entre dos electrodos de platino. Observó y se sorprendió: La división celular de las bacterias se inhibía, pero no su crecimiento. Rosenberg intuyó rápidamente el potencial de su observación: aquello podía ser una manera de tratar la división celular descontrolada que el cáncer supone. 

Pero primero tuvo que encontrar la causa de la inhibición de la división. Le costó. Pero con mucha investigación se llegó al compuesto mágico, el cisplatino. El cisplatino y el carboplatino, que se desarrolló más tarde, se han llamado la "penicilina del cáncer", ya que fueron los primeros y también han sido los más prescritos y eficaces para muchos cánceres.

Un bioquímico americano recordaba que “Rosenberg no estaba tratando de curar el cáncer. De hecho, no investigaba el cáncer. Ni siquiera estaba trabajando con células humanas. No tenía otra objetivo que satisfacer su curiosidad. Quería resolver una hipótesis sobre lo que pasaría con las bacterias colocándolas en un fuerte campo eléctrico. Sin embargo, ese señor, con su curiosidad, imaginación y persistencia, ha salvado la vida de millones de pacientes". 

Aquella Universidad ha obtenido más de 430 millones de dólares de aquella invención. Fijaos: Tenemos una Universidad con una mentalidad y una finalidad muy prácticas. Pero a un investigador al que se le permite que trabaje por curiosidad. ¿Dónde está lo práctico? Está en la mente de ese investigador.

3) Y esta es la tercera característica de la Ciencia pública que quiero remarcar aquí. Aquel señor trabajó por curiosidad. Pero instintivamente pensó en la aplicación de lo que veía. Este es el perfil de persona que convierte la Ciencia en Tecnología. Este tipo de personas traspasan la frontera del conocimiento, miran y vuelven. Y, de vuelta, convierten en lo que han visto en una aplicación práctica útil para la humanidad.  

Con todo esto, el sector investigador público o de carácter público ha generado una inmensa parte de la tecnología actual. Miremos por ejemplo los datos de la AUTM, la mayor agrupación mundial en el ámbito de la transferencia de tecnología. La forman más de 3.000 personas que representan a 800 instituciones. En los últimos 25 años el trabajo de los investigadores de estas 800 instituciones ha generado:

- 380.000 invenciones
- 80.000 patentes
- se han creado 11.000 empresas en el último cuarto de siglo
- Desde 1980, en colaboración con el sector privado, han desarrollado 200 medicamentos y vacunas
- En un solo año (2017), las 800 entidades destinaron 68.000 millones de dólares, generaron 25.000 invenciones y solicitaron 15.000 patentes 

Son multitud los regalos que nos ha hecho la Ciencia
- la penicilina
- la cefalosporina
- la estreptomicina
- la vacuna de la Polio
- la insulina
- el Taxol, otro de los grandes tratamientos actuales del cáncer
- el grafeno
- el GPS,
- la resonancia magnética nuclear (RMN),
- el primer filtro polarizador, del que nació, un poco más tarde, Polaroid,
- el radar,
- las primeras vacunas de la hepatitis B,
- el algoritmo del fax,
- bluetooth
- la pantalla de plasma,
- las pantallas LCD,
- etc. etc. 

Podría seguir durante horas. Son miles y miles las soluciones tecnológicas generadas por la Ciencia.

Cambio ahora de lugar y voy a las empresas. El departamento de I+D de las empresas es otro núcleo esencial de creación de tecnología. El libro desmitifica la innovación, por ser un concepto etéreo, poco concreto, de poco compromiso, poco diferenciador. Hoy ya se puede decir que todas las empresas innovan. El libro asocia innovación con inquietud y las empresas todas son inquietas. En cambio, el libro remarca la tecnología como el elemento que si permite construir capacidades competitivas diferenciales. Y la tecnología en las empresas se crea -también- mediante la I+D.  

Las empresas no han tenido siempre departamento de I+D. Uno de ellos fue el primero. Hubo quién lo inventó. Fue el de General Electric fundado en 1900. Tal como ocurre con todas las innovaciones (y un centro empresarial de I+D fue en su momento una innovación), tuvo su proceso de difusión. Otras empresas copiaron rápidamente la idea. Y esa copia se basó en visitas a General Electric, para entender qué querían hacer con su iniciativa. Responsables de empresas como DuPont, Kodak o General Motors pasaron por el despacho del director de I+D de General Electric con este objetivo. Y el concepto se fue extendiendo. Los departamentos de I+D de las empresas han sido otro de los grandes motores generadores de tecnología.

La Oficina de Publicaciones de la Unión Europea publica cada año un estudio que analiza los datos de las 2.500 empresas que más I+D hacen en el mundo. En 2018 estas empresas dedicaron 736.400 millones de euros a investigación. Esto supone el 90% del total de la I+D corporativa mundial. Son de 46 países. Estados Unidos tiene 778 en la lista, la Unión Europea 577, China 438 y Japón 339. 

Finalmente, el tercer pilar de creación de tecnología son las startups. La sistemática startup es diferente. Las startups sugieren un gran cambio en el modelo clásico. La creación de tecnología, en los últimos cien años, había sido cerrada entre paredes de instituciones y reglas. Hoy se percibe un salto fuera de esas limitaciones. Hoy se da de nuevo un apoderamiento de la persona que crea tecnología. Las startups son resultado de este apoderamiento.

Las startups encuentran su base conceptual en unos hitos históricos muy concretos y bastante recientes. En primer lugar, la creación de Fairchild en 1957, la primera gran empresa de semiconductores, que inició la sistemática del capital riesgo. Por otra parte, la creación de Genentech en 1976, la primera biotecnológica, y su adquisición posterior por parte de Hoffman-LaRoche. Aquello sugirió una delegación del riesgo de desarrollo en las startups por parte de las grandes corporaciones 

Por tanto, las startups crean conceptos de futuro con riesgo. La frontera de la tecnología está hoy en gran parte en manos de las startups. ¡Y ya tenemos 300 ecosistemas de startups en el mundo!

Las corporaciones quieren estar en estos lugares. Crean espacios que les permitan estar cercanas a la tecnología, a las startups y al talento. Un poco antes de escribir el libro visité el High Tech Campus, en Eindhoven. Es una enorme concentración de talento y tecnología. Una especie de gran Parque Científico y Tecnológico. A finales de los 90, Philips tenía sus actividades de I+D dispersas en lugares diferentes. Las quisieron concentrar en un solo lugar y en 1998 crearon el Philips High Tech Campus, en torno a la sede central de I+D. Concentrar todos sus investigadores en un lugar les generó muy buen resultado. La interacción daba frutos. Pero en 2003 decidieron dar un paso más: ¡Abrieron aquel campus a otras empresas y entidades tecnológicas! Ese paso convierte a la empresa en pionera de un concepto propio de la innovación del siglo XXI. El concepto es el siguiente: Por el solo hecho de estar inmersa, de estar presente en un lugar de innovación, una empresa ya obtiene resultados en su proceso creativo y de desarrollo de nuevos productos. 

En el High Tech Campus, hay 12.000 personas en 185 empresas y entidades. El campus tiene unos 250.000 m2, con oficinas, laboratorios de I+D, startups, aceleradoras, escuelas de formación, inversores... Los investigadores y tecnólogos del Campus formalizan una media de ¡4 patentes al día! Las patentes de este Campus son la mitad de todas las que se solicitan en Holanda.

El libro habla de los nuevos retos de la innovación en las empresas tradicionales. Unas empresas que, hoy más que nunca, necesitan herramientas para intuir el futuro. 

Henry Ford insistía en que si él hubiera pedido a sus parroquianos qué necesitaban, la respuesta habría sido un caballo más rápido. En la misma línea, Steve Jobs decía que los clientes de Apple nunca hubieran pedido un IPad a la compañía. Las grandes disrupciones no son expresadas por los clientes o los consumidores. Son ideas situadas en el futuro y no las pueden ver. Jobs y Ford sí que eran capaces de ver el futuro. Para las empresas, el futuro está lleno de oportunidades y amenazas y los directivos tratan de percibirlo. Pero, no son Steve Jobs. No anticipan lo que vendrá. ¿Qué herramientas pueden tener?

Existen útiles de este tipo. Hay prismáticos para divisar el futuro. En el libro los trato también. Por ejemplo, en Barcelona está el centro Telefónica Alpha, inaugurado en 2016. Una de las muchas técnicas utilizadas en estos centros son los Moonshots. Los inventó Google, en su proyecto The Garage, creado en 2008. En 2010 Google reforzó su apuesta por el futuro, creando Google X y el 2017 Google AI. Uno de los proyectos de Google AI es Google AI Quantum, sobre la cuántica y su aplicación en los ordenadores del futuro.

Y con todo esto, ¿es importante la variable dinero? No sé qué deciros. Se necesita dinero, por supuesto. Pero es más fácil de obtener que el talento. El dinero para tecnología está en cantidades enormes y busca oportunidades en todo el mundo. Aterriza en los lugares donde detecta actividad. Y es un dinero dispuesto a asumir riesgo. Es un dinero que gana en pocas operaciones, pero pierde en la mayoría.

Horsley Bridge Partners es un fondo de fondos estadounidense. Un día decidieron revisar 7.000 operaciones realizadas por los fondos en los que habían invertido. Encontraron que el 60% de los retornos era debido al 6% de las operaciones. Un 50% de las inversiones no generaba nada. Los inversores juegan a la lotería y sólo pueden ganar si compran muchos y muchos números, si diversifican sus inversiones. 

La creación de tecnología derivada de la Ciencia, de las corporaciones que hacen I+D, del dinero que aterriza donde hay oportunidades, del talento que decide ir a determinados lugares del mundo... todo esto está definiendo una nueva geografía. Se trata de la Geografía de la Ciencia, la Tecnología y las Startups. El libro la describe.

Esencialmente es una geografía de ciudades. Y Barcelona está bastante bien situada en las comparativas internacionales. Es una paradoja: Estamos en un momento en que Cataluña cae en los rankings de regiones innovadoras y en cambio la ciudad sobresale en los análisis de las ciudades más dinámicas del conocimiento, la tecnología y el emprendimiento. Esto mismo le pasa a Madrid. Leía hace poco en El País un artículo que decía que el Algarve portugués estaba mejor situado que la región de Madrid en el Regional Innovation Scoreboard europeo. Pero en cambio Madrid también sobresale en los rankings de las ciudades. Las ciudades están arrinconando las regiones como referentes y faros globales de la innovación.  

Repito: Barcelona está muy bien situada. Dedico dos capítulos del libro a esta Geografía de la Ciencia, la Tecnología y las Startups. Uno de ellos para profundizar en Barcelona. Remarco una de las características de esta ciudad: El equilibrio entre los diversos pilares de la nueva geografía. Y para ver desequilibrios podemos ir a casos extremos. Por ejemplo, el de Teherán. ¿Sabéis que aquella ciudad es una de las principales del mundo en cuanto a número de publicaciones científicas? Pero, por otro lado, ¿sabéis que es una de las últimas ciudades del mundo en cuanto a número de patentes llamadas PCT? Es el caso más extremo: Mucha ciencia. Pero no la aprovecha.

Los grandes centros de la ciencia mundial son Pekín, Tokio, Nueva York, Boston, Washington Londres, Silicon Valley. Lugares potentes en tecnología (más centrada en empresas) son Tokio, Shenzhen y Hong-Kong, Seúl, Silicon Valley. Lugares del mundo que -sin estar en los primeros lugares- están equilibrados en los tres pilares de la creación de tecnología son Tel-Aviv, Denver y Boulder, San Diego, Cambridge, Oxford, Barcelona. 

¿Sobre qué se crean estas concentraciones de Tecnología? Se crean en los lugares donde se dan dos cosas: Una buena Ciencia y un buen aprovechamiento de esta Ciencia. Son lugares que atraen (como la miel a las moscas) al talento global y las corporaciones intensivas en tecnología, que abren aquí y allá centros de I+D en lugares donde hay estas dos cosas.

De hecho, este es uno de los grandes indicadores de la globalización del conocimiento. Vuelvo al caso de General Electric. Como dije, creó su laboratorio de I+D en 1900. Hasta 1999 no tuvo ningún centro internacional de I+D. Aquel año abrió uno en Bangalore, en la India. En 2000 inauguró una tercera sede en China. En 2004, un centro en Múnich. En 2009 otro en Detroit. En 2010 en Río de Janeiro. En 2011 en California. En 2012 en Israel. Es una explosión de la actividad global de la I+D de General Electric en 20 años frente a la centralización total de la compañía en los 99 años previos. 

Lugares del mundo donde hay miel abundante por las moscas son algunos de los que he citado antes. Pero también lugares como Montreal, ciudad similar a Barcelona y que hoy es uno de los principales centros en los que avanzar en inteligencia artificial. Todas las grandes empresas tecnológicas del mundo interesadas en la IA han instalado allí un laboratorio.

El libro trata todo esto. Pero, el libro profundiza también en una cuestión esencial: ¿Qué es la Tecnología desde un punto de vista conceptual, casi filosófico? ¿Y hacia dónde va caras al futuro? De hecho, el libro empieza y termina con esta temática. La desarrollo aquí un poco. 

Para entender la tecnología debemos comprender que es acumulativa, como lo es el conocimiento humano. Lo que podemos hacer hoy, depende de lo que sabemos y de lo que hicimos ayer. Por lo tanto, los inventos llegan cuando toca, cuando el medio que debe generar ese invento está suficientemente maduro. Todo pasa cuando todo está preparado. Pero no antes. Una solución -y su revolución- llega cuando están a punto las piezas y el conocimiento necesario.

Pero (y creo que esa idea es aún más interesante) cuando estas piezas y conocimiento están a punto, entonces es inevitable que se llegue rápidamente a la solución. Por este motivo, cuando todo está a punto, lo que suele ocurrir es que un descubrimiento o una invención llega desde diferentes lugares de manera simultánea. ¡Interesante! Una “nueva” tecnología aparece en lugares diferentes en el mismo momento. Es decir, varios inventores (sin saber nada uno del otro) generan la misma invención simultáneamente. Parece extraño ¿no? Si es radicalmente nueva, ¿por qué sucede esto? Pues por la evolución (casi autónoma) de la tecnología y por qué desde el conocimiento universal que hay en ese momento, se llega a la única solución posible. 

Esta filosofía de la tecnología, junto con el entramado enorme del que la humanidad se ha dotado para crearla, nos dibuja un futuro inimaginable. Nuestra capacidad para crear cosas está aumentando exponencialmente. Las más lejanas no las podemos ni imaginar. Pero otras, que a priori parecían muy lejos en el tiempo, se encuentran en la esquina. De hecho, en el libro digo que si podemos imaginar un futuro es que no estamos muy lejos de él. En el libro describo lo que será Internet del Pensamiento y me atrevo a sugerir cómo se creará, cuál será el camino, con qué actores y los pasos que se darán.

Algunos pueden pensar en el futuro con inquietud. Pero no debemos angustiarnos. La tecnología es buena por naturaleza. La construimos nosotros y lo hacemos para dar respuesta a nuestras necesidades e inquietudes y para extender nuestras funcionalidades. Por otro lado, nos acostumbramos, adaptamos y aceptamos los nuevos escenarios a los que la tecnología nos conduce.